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Celina Pariamachi 4° 4°

La participación de las mujeres


Este ensayo fue escrito en el marco de la materia Historia de la profesora Patricia Conway.

 

Durante toda mi primaria siempre me enseñaron que en la independencia de Argentina solo habían participado hombres (porque eran los más “indicados para la guerra”), por eso quiero hacer un ensayo de la otra parte de la independencia: de la participación de las mujeres como luchadoras, como espías, como encargadas de las tareas de apoyo, como militares y como mujeres valientes que somos.

Nosotras, las mujeres siempre sufrimos distintos tipos de discriminación como el hecho de que la sociedad buscar que nosotras tengamos siempre un buen aspecto, buenos modales, estar siempre maquilladas, depiladas, no usar la fuerza, usar lenguaje adecuado, etc. El tipo de profesión que elijamos siempre tiene que ser de “mujeres” como el ser docente, diseñadora de indumentaria, estilista, maquilladora, organizadora de eventos, ama de casa, etc. En fin, la sociedad tiene un estereotipo perfecto de la mujer que es el de sumisa del hombre, de la débil, de la dulce, de la delicada, de la maternal, la correcta, la discreta y demás, pero ninguna de esta tonterías detuvo a muchas de nuestras mujeres que en la independencia dieron su vida para defender lo que más amaban y no les importó lo que los hombres (y la sociedad) esperan de ellas, solo actuaron y fueron mucho más valientes que algunos hombres; ya que, en mi opinión, tener que desafiar a una sociedad machista como lo hacemos ahora no es para nada fácil. Quiero empezar diciendo que la a independencia no fue solo gracias a la “valentía” de los hombres, sino que muchas mujeres fueron participes de esto, siendo protagonistas (no reconocidas) y grandes luchadoras. La independencia pudo contar con la ayuda de las mujeres de todos los sectores sociales, quienes tuvieron participación como espías, mediadoras, guerreras, enfermeras, cocineras, en tareas de apoyo como el cuidado, abastecimiento y la realización de la ropa; mujeres que no les importó dejar de lado todos los prejuicios y el reconocimiento social para poder unirse a la lucha. Yo creo que a las mujeres nunca les importó mucho los prejuicios ya que si hubieran seguido escuchando estos, no podría haber conseguido que todas nosotras podamos votar, podamos tener una independencia económica o poder embarazarnos cuando queramos. Como era obvio la participación sobresaliente de las mujeres no solo no fue valorada en toda su totalidad sino que, como ya sabemos, pocas fueron registradas en los libros de historia. A mi parecer este olvido en la historia tiene que ver con el “papel subordinado” y discriminante de la sociedad hacia nosotras, a pesar de esto sabemos que muchas fueron las que se animaron y desafiaron las estructuras sociales y salieron a la batalla sin importarles las consecuencias fatales a las que la mayoría de ellas se exponía. Como se mencionó anteriormente, algunas mujeres participaron en enfrentamientos bélicos (a veces involucradas en la logística militar como espías), también como luchadoras, peleando “cara a cara y cuerpo a cuerpo” con los enemigos. Yo estoy orgullosa de saber que muchas mujeres se animaron a enfrentarse a soldados hombres que seguramente no les importó mucho pelear contra una mujer, creo que más bien lo disfrutaron porque al ser personas machistas seguramente tenían ganas de “enseñarles” a las mujeres como se hace ese “trabajo de hombres”, pero ninguna se desanimó. Es más, creo que tuvieron más agallas que muchos hombres que hasta donde yo sabía no se bancaron mucho el poder pelear en la guerra (ya sé que no es lindo estar en una, pero menos mal que nosotras somos las débiles, ¿no?), además muchas fueron disfrazadas de hombres o incluso algunas mujeres entraban en todos los sectores de trabajo como manufactura, textil, industria conservada...etc. (esto era durante la lucha) Pero después que terminaba la guerra las mujeres dejaban los puestos y volvían al ámbito doméstico, la enseñanza y la enfermería. Hay una frase que leí que explica un poco a lo que quiero llegar: "Si salían a defender su casa y sus hijos, con fusil en mano, no es porque se tratara de mujeres extraordinarias que querían ocupar puestos de hombres", esto ,para mí, hace referencia a como la sociedad machista hace creer que las mujeres quieren superar a los hombres, o que ella no pueden llegar a ser lo que son ellos “los mejores”, siempre esta ese comentario de que las mujeres quieren superarlos pero no creo que sea así, más bien queremos tener igualdad de derechos, pero muchos no lo entienden. Por otro lado, con el tema de la guerra, el tema de votar y el uso de los anticonceptivos dimos a entender que somos iguales de fuertes y valientes que todos los hombres, que por si acaso nunca tuvieron que sufrir lo que nosotras sufrimos cada día, ya que ellos siempre tienen todo “servido y arreglado”. Ya terminando este tema sabemos que muchas luchadoras quedaron en el anonimato, porque ,en mi opinión como los libros lo escriben muchos hombres machista está de más decir que se las arreglaron para que nosotras no aparezcamos, porque ¿Cómo una mujer va a pelear contra hombres y les va a ganar? pero obviamente hay nombres que nunca podremos y nunca vamos a olvidar. Yo estoy de acuerdo de que por su valentía, coraje y fuerza lucharon en nombre de todas nosotras y nos ayudaron a saber que todas podemos ser iguales de fuertes que ellos y que podemos ser independientes, muy inteligentes y capaces de todo sin importar el qué dirán. Como ya había mencionado posteriormente muchos nombres quedaran en nuestros recuerdos como el de Juana Moro; más conocida como la “emparedada”. Ella había establecido una red de espionaje femenina pero fue detenida y condenada (por espionaje) a morir en su propia casa, asimismo, gracias a una familia vecina pudo salvar su propia vida, ya que estos le llevaron agua y alimentos hasta que pudo ser liberada por los patriotas cuando entraron por Jujuy. Acá tenemos un claro ejemplo de cómo ser valiente, inteligente y fuerte ya que el crear una red de espionaje no es para anda fácil por el hecho de que siempre hay que se muy cautelosas con el tema, yo sabía que muchas mujeres de la alta sociedad espiaban al servicio de la guerrilla de Güemes, y decían que esa “tarea” es como de “sobrevivencia”. Otro nombre muy importante es el de Mariquita Sánchez de Thompson que fue la mujer que organizó numerosas reuniones clandestinas de criollos partidarios de la independencia y junto a amigas convenció a los líderes “insurgentes” para que se convencieran de la causa independentista, además en su casa se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino. Podemos observar como unidas podemos ser mejores (en realidad siempre demostramos eso, pero no está de más aclararlo), lo que me da más gracia es que muchos pensaban que eran reuniones sin importancia porque bueno... era una mujer con amigas, ¿Qué podían hacer de malo? Luego tenemos a María Remedios del Valle, ella es el claro ejemplo de la lucha y la fuerza de la mujer en este proceso de la independencia, luchó valientemente en el ejército argentino en el grado de capitana nombrada a si por el general Manuel Belgrano y con el título de “Madre de la Patria” por la “soldadesca”. Junto a su hermana, su madre, y su tía integraron el grupo llamado “Las niñas de Ayohuma”: eran mujeres afroargentinas que asistieron a los heridos y lucharon heroicamente en el Ejercito del Norte. Pero por su condición de negra, mujer y pobre tuvo la mala suerte de ser olvidada en las calles de Buenos Aires hasta su muerte que fue en la completa pobreza. Siempre me pone mal leer la vida de María Remedios porque ver cómo ella luchó, arriesgó su vida y además fue reconocida como una mujer valiente que también llegó a ser capitana, cómo pudo de “un día para el otro” ser ignorada completamente y discriminada, lo curioso es que esta vez no fue principalmente por su sexo, si no por su color.

Finalmente tenemos a Magdalena, Macacha, Güemes de Tejada ella colaboró intensamente desde la Revolución de Mayo, junto a su hermano el general Martín Miguel de Güemes, convirtiendo su propia casa en un taller para confeccionar ropa para los soldados de su hermano, en usar su inteligencia y su posición para desempeñar tareas arriesgadas como el espionaje. También controlaba una red de informantes que actuaba en Salta, Jujuy y Tarija. Por otra parte, tenía una gran habilidad para la política que usó para ayudar a su hermano, ella fue protagonista cuando se acordó la paz de Cerrilos. Después de la muerte de su hermano, Macacha continuó participando en los sucesos políticos de su provincia con la inteligencia que siempre había demostrados y así ayudo a los más necesitados por lo que fue muy amada por el pueblo, Finalmente muere a los 79 años en Salta. Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, actualmente podemos ver como personas siguen diciendo que las mujeres acompañan a los hombres a la guerra, eso es por el hecho que seguimos viviendo en una sociedad machista, donde la mayoría de las personas siguen pensando que las mujeres no pueden luchar por lo que aman, porque supuestamente somos débiles. Pero de alguna forma, nosotras día a día le demostramos a esa gente que no es así, con todo lo poco (mucho) que conseguimos durante mucho tiempo, podemos darnos a conocer que somos lo suficientemente iguales de valientes, fuertes y luchadoras que ellos.

Bibliografía: -Dora Barrancos, “Mujeres en la sociedad Argentina”, Sudamericana, 2007 -María Teresa de la Vieja, “Feminismo del pasado al presente”, Ed. “Salamanca”,2000 - Fernanda Gil, “Historia de las mujeres en la Argentina”, Taurus, 2000


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