El 2001 me encontró con un papá sin trabajo, una mamá que laburaba ocho horas en una casa de familia y le pagaban en Patacones. Esos mismos años me iba en bici hasta la estación de tren y me colaba en Constitución para poder ir a estudiar. Los días pasaban y ka situación de crisis no mejoraba, el hambre y la desaparición por encontrar laburo seguían vigentes. Hasta que el 1 de diciembre, el Ministro Domingo Cavallo anunció el "Corralito", por el cual no se dejaba sacar los pocos ahorros que la gente tenía en sus bancos. Mí viejo se volvió loco. Encima que había encontrado trabajo en un frigorífico de Flores, a los tres días, fue saqueado, gracias a Dios no le pasó nada. Pero la broca que teníamos era increíble. Los saqueos a lo largo del país se volvieron normales, los cortes de puentes y rutas eran un caos. Unos amigos que estudiaban en el Nacional Buenos Aire, cortaron el puente Alsina. Bajo este pretexto, el 19 de diciembre, el presidente de la Nación, De La Rúa, mediante una cadena nacional proclamó el Estado de Sitio en todo el país. Millones de personas desocupadas se movilizaron a Plaza de Mayo exigiendo la renuncia del presidente. Con unos compañeros decidimos marchar, otros amigos que eran motoqueros fueron por parte. A medida de que llegábamos a la plaza, veríamos que cada vez venía más gente, es decir, ya se estaba gestando de que esto se iba a pudrir. Y lo que nos llamó la atención era la gente que evidentemente no tenía experiencia de marchas. Había mucha mezcla de clases sociales, las clases altas, señoras con joyas y ropa de marca reclamando dólares, y nosotros, la clase trabajadora, en cuero reclamando trabajo. Pero al fin y al cabo, todos unidos cantando "Si este no es el pueblo, ¿El pueblo dónde está?", con esto nos dábamos cuenta que la crisis había afectado a todos, pero de diferente manera. Los motoqueros eran los que encabezaban la movilización, ellos estaban muy organizados, de comunicaban por handi, gracias a ellos pudimos ingresar a la plaza, porque se enfrentaban a las motos policiales. Eran las 13:20 de la tarde, con mis compañeros tirabamos pierdas como toda la gente, hasta que nos avisaron que habían herido a un pibe, pero no sabíamos quién era. Marcos, un amigo había estudiado medicina asique decidimos acompañarlo para ayudar al herido, ya que la ambulancia no nos daba pelota. Llegamos a la avenida Callao, dónde estaba el pibe, cuando me acerqué, no podía creer lo que estaba viendo, era Marcos, un amigo trabajaba de albañil, y era motoquero. Lo que veía era horroroso: El pibe tirado rodeado de gente, con una bala en el pecho y desangrando, el sonido ambiente eran gritos de personas, de balas, ruidos de ambulancias y policías a caballo cagando a palos al que se cruzaba. Finalmente se llevaron a Marcos al hospital. Estábamos en Florida y Avenida de Mayo, y en un bar miramos la noticia de que De La Rúa, había renunciado a su cargo de presidente. Impactados, pero felices comenzamos a festejar, a cantar, pero sin saber lo que nos esperaba en un futuro. ¿Qué iba a pasar? ¿Nos seguíriamos hundiendo? ¿O alguien se iba a poner el país quebrado al hombro y lo iba a sacar adelante?